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XXX Domingo del Tiempo Ordinario

(Lecturas: Jer 31, 7-9 / Sal 125, 1-6 / Heb 5, 1-6 / Mc 10, 46-52)

Esta semana ha salido la nueva encíclica del papa Francisco “Dilexit Nos» que significa “Él nos ha amado”. Jesús nos ha amado hasta el extremo, muriendo en la cruz por nuestra salvación nos muestra la máxima expresión de amor.

La respuesta a ese amor de Cristo debe ser el amor a los demás, el papa Francisco nos recuerda que el amor no se fabrica, sino que surge de una transformación del corazón. 

Este domingo las lecturas nos invitan a mirar a nuestro corazón, a descubrir nuestra ceguera, y pedir al Señor que nos la cure, y de ese modo ser capaces de reconocer todo lo que ha hecho y hace por nosotros, sentir su inmenso amor y disponernos a seguirle y a compartir ese amor con nuestros hermanos.

Al igual que Bartimeo, todos necesitamos que Dios nos cure de nuestra ceguera, por ello podemos hacer nuestra su suplica “Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí”.

Que podemos resaltar de este texto del evangelio de Marcos:

• Bartimeo acude a donde sabe que encontrara la curación para su ceguera, grita a Jesús, y aunque la gente lo increpaba, gritaba más fuerte mostrando su convencimiento de que en Jesús encontraría la respuesta a sus males.

• Jesús no llama directamente a Bartimeo, dice a sus discípulos “llamadlo”.  Dios nos llama a través de personas que nos animan y nos ayudan a acercarnos a Él.

• El relato nos invita a cuestionarnos si tenemos la sensibilidad para reconocer y ayudar a nuestros hermanos necesitados, animándolos y colaborando para que tengan una ayuda efectiva.

o Pues podemos actuar como una parte de la muchedumbre, a la que los gritos de Bartimeo lemolestaban “muchos lo reprendían para que se callara”.  Lo mismo nos puede pasar a nosotros, que los gritos de nuestros hermanos necesitados nos provoquen malestar y los reprendamos para que se callen.

o Por otro lado podemos actuar motivados por Jesús que nos dice “llamadlo” y nos invita a actuar con solidaridad, con amor. “ánimo, levántate; te está llamando”. 

• Jesús nos llama para curarnos e iluminarnos si tenemos fe, y esta fe nos lleva al igual que Bartimeo a levantarnos y desprendernos de lo que nos estorba para acercarnos a Él, “Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús”.

Bartimeo paso de estar ciego y sentado “junto al camino”, a recobrar la vista y a seguir “a Jesús por el camino”, pidamos al Señor que nos cure de nuestra ceguera y podamos liberarnos de todo lo que nos estorba para poder seguirle.

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